Todo lo que debes revisar antes de actualizar a Windows 11
Por Víctor Aracil - abril 24, 2025
Actualizar a Windows 11 puede parecer una tarea sencilla, pero para muchos usuarios de Windows 10, implica un obstáculo significativo: la necesidad de cambiar de equipo para cumplir con los nuevos requisitos de hardware impuestos por Microsoft. Esta situación no solo representa un gasto económico considerable, sino también una molestia para aquellos que poseen dispositivos que aún funcionan perfectamente.
Mantener un sistema operativo sin soporte oficial, como será el caso de Windows 10 a partir del 14 de octubre de 2025, conlleva riesgos importantes. Sin actualizaciones de seguridad, tu equipo se vuelve vulnerable a nuevas amenazas y malware, poniendo en peligro tus datos y tu privacidad. Además, muchas aplicaciones dejarán de recibir soporte, lo que puede afectar la compatibilidad y el rendimiento general del sistema.
Para mitigar esta transición, Microsoft ha anunciado el programa de Actualizaciones de Seguridad Extendidas (ESU), que permitirá a los usuarios de Windows 10 recibir actualizaciones críticas y de seguridad por un año adicional, mediante una suscripción de 30 dólares. Sin embargo, esta opción no incluye nuevas funciones ni soporte técnico, y solo está disponible por un año para consumidores individuales.
¿Está tu equipo preparado para Windows 11?
Antes de considerar la actualización, es fundamental verificar si tu hardware cumple con los requisitos mínimos de Windows 11. A continuación, te guío paso a paso para que puedas comprobarlo:
Verificar el tipo de partición del disco: MBR vs. GPT
Windows 11 requiere que el disco del sistema esté en formato GPT (Tabla de Partición GUID). Si tu disco utiliza el antiguo formato MBR (Registro de Arranque Maestro), es necesario convertirlo. De lo contrario, aunque habilites TPM 2.0 y el arranque seguro, Windows no arrancará y siempre que reinicies el ordenador, aparecerá la BIOS de nuevo. Esto ocurre porque Secure Boot necesita verificar, tanto la partición del sistema EFI o ESP, como el cargador UEFI; y en un disco MRB no existe nada de eso.
¿Cómo comprobarlo?
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Presiona
Win + X
y selecciona "Administración de discos". -
Haz clic derecho sobre el disco principal (donde está instalado Windows) y selecciona "Propiedades".
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Ve a la pestaña "Volúmenes" y verifica el "Estilo de partición".
Precauciones antes de convertir a GPT:
La conversión de MBR a GPT puede resultar en la pérdida de datos si no se realiza correctamente. Para evitar riesgos:
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Realiza una copia de seguridad completa de tus archivos importantes.
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Crea una imagen del sistema utilizando la herramienta integrada en Windows o algún software de terceros como macrium Reflect.
- Prepara un disco de recuperación por si necesitas restaurar el sistema.
¿Cómo convertir a GPT?
Puedes utilizar la herramienta de línea de comandos
mbr2gpt.exe
incluida en Windows 10. Sin embargo, recomiendo buscar asesoramiento técnico o seguir guías detalladas para evitar errores durante el proceso.Comprobar y habilitar TPM 2.0
El Módulo de Plataforma Segura (TPM) versión 2.0 es un requisito para Windows 11.
¿Cómo verificar si está habilitado?
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Presiona
Win + R
, escribetpm.msc
y presiona Enter. - En la ventana que aparece, verifica el "Estado" y la "Versión de especificación".
¿Cómo habilitarlo desde la BIOS?
Si TPM está deshabilitado, debes activarlo desde la BIOS:
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Reinicia tu PC y accede a la BIOS/UEFI (normalmente presionando SUPR,
F2, F10
durante el arranque). -
Navega hasta la sección de seguridad o configuración avanzada.
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Busca una opción llamada "TPM", "PTT" (en Intel) o "fTPM" (en AMD) y actívala.
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Guarda los cambios y reinicia el sistema.
Verificar y habilitar el Arranque Seguro (Secure Boot)
El Arranque Seguro garantiza que solo se inicien software de confianza durante el arranque del sistema.
¿Cómo comprobar si está habilitado?
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Presiona
Win + R
, escribemsinfo32
y presiona Enter. -
Busca la línea "Estado de Arranque Seguro".
¿Cómo habilitarlo desde la BIOS?
Recomiendo que mires algún manual o video de cómo hacerlo para tu fabricante y modelo de placa base, pero en líneas generales estos serían los pasos:
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Accede a la BIOS/UEFI durante el arranque.
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Dirígete a la sección de arranque o seguridad.
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Activa la opción "Secure Boot".
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Si ves una opción llamada "CSM" (Compatibility Support Module), desactívala, ya que puede interferir con el Arranque Seguro. Al desactivarla obligas a la placa a arrancar solo en modo UEFI.
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Guarda los cambios y reinicia el sistema.
Resumiendo
- Verifica si el disco usa MBR y conviértelo a GPT, no sin hacer previamente una copia de seguridad del disco.
- Asegúrate de que TPM 2.0 esté habilitado.
- Activa el Arranque Seguro (Secure Boot).
Recomendaciones finales
Si tu equipo cumple con los requisitos de Windows 11, la actualización te proporcionará mejoras en seguridad, rendimiento y nuevas funcionalidades. El proceso de actualización es gratuito y puedes realizarlo desde el asistente de actualización de Microsoft.
Sin embargo, si tu hardware no es compatible y no deseas cambiar de equipo, considera las siguientes opciones:
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Suscribirte al programa ESU: Por $30, puedes extender el soporte de seguridad por un año adicional.
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Explorar sistemas operativos alternativos: Distribuciones de Linux como Ubuntu o Linux Mint pueden ser opciones viables para equipos más antiguos.
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Mantener Windows 10 sin soporte: No es recomendable debido a los riesgos de seguridad, pero si decides hacerlo, asegúrate de utilizar software de seguridad actualizado y evita conectarte a redes inseguras.
La transición a un nuevo sistema operativo puede parecer desafiante, pero con la información adecuada puedes afrontarla con seguridad.
También recuerda que cada decisión depende del uso que le das a tu equipo. Si lo utilizas principalmente para navegar, escribir y consumir contenido multimedia, Windows 10 puede seguir siendo funcional por un tiempo, incluso sin soporte oficial, siempre y cuando seas muy cauteloso con la seguridad. Pero si dependes del ordenador para trabajar, acceder a información sensible o simplemente quieres estar al día con las últimas funciones y mejoras de estabilidad, entonces sí merece la pena considerar la actualización a Windows 11 o incluso la adquisición de un nuevo equipo compatible.
Piensa que no se trata solo de seguir una moda tecnológica, sino de garantizar que tu sistema siga siendo seguro, rápido y compatible con el software actual. Microsoft está empujando hacia adelante, pero tú tienes la última palabra. Y ahora que lo tienes más claro, puedes tomar esa decisión con conocimiento de causa.
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